Una hembra de orangután que recibió un disparo con un arma de aire comprimido fue rescatada en la zona indonesia de Borneo y los rescatistas trabajan para retirarle los 104 perdigones de su cuerpo, informó el sábado un ecologista.
La primate herida fue hallada este mes en una plantación de aceite de palma en la provincia de Borneo Central, de acuerdo con Tigor Nainggolan, un gerente de la Fundación Orangután con sede en Gran Bretaña.
Las autoridades desconocen quién disparó a la orangután, que se calcula tiene 15 años de edad aproximadamente.
Nainggolan dijo que los veterinarios lograron retirarle 32 de los perdigones alojados en su cuerpo y cabeza, durante una cirugía de tres horas el 20 de octubre en un hospital en el poblado the Pangkalan Bun, donde una toma de rayos X detectó 37 perdigones en su cabeza y otros 67 en su cuerpo. Agregó que será sometida a otra cirugía dependiendo de su condición.
La primate, llamada Aan, perdió la vista de su ojo izquierdo por el disparo.
Indonesia es hogar de cerca del 90% de los orangutanes que viven en libertad, pero la mitad de su bosque pluvial fue arrasado en los últimos 50 años ante la demanda para suministrar al mundo madera, pulpa, papel y más recientemente aceite de palma.
Como resultado, la mayoría de los 50.000 a 60.000 primates restantes viven en bosques aislados y reducidos, lo que los coloca en conflictos frecuentes y en su mayoría fatales con los humanos.
Una encuesta realizada el año pasado por Nature Conservancy y otras 19 organizaciones privadas, entre ellas la WWF y la Asociación de Expertos en Primates y Observadores de Indonesia, halló que los aldeanos que viven en el lado indonesio de Borneo mataron al menos 750 orangutanes en peligro de extinción en un año, algunos para proteger las cosechas y otros por la carne. AP